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miércoles, 24 de noviembre de 2010

COMO REDUCIR COSTOS EN TU EMPRESA



Siempre andamos buscando la forma de reducir lo que nos cuesta producir un producto o vender un servicio y siempre nos encontramos con,problemas al andar a continuacion te comentare 7 acciones para que los resduzcas en tu empresa.

1 Mejoramiento de la calidad
El mejoramiento de la calidad es esencial para dar inicio a la reducción de costos. Mejorar la calidad de los procesos de trabajo genera como resultado una menor cantidad de errores, de productos defectuosos y de repetición del trabajo, acortando de tal forma el tiempo total del ciclo y reduciendo el consumo de recursos, disminuyéndose de tal manera los costos de las operaciones.

De lo que se trata no es sólo de llegar al cliente final con productos exentos de defectos, sino además de generar esos productos “a la primera”, lo cual implica procesos productivos con la capacidad de producir bienes y servicios de alta calidad sin necesidad de labores de reprocesamientos e inspecciones.

Los mayores niveles de calidad generan una mayor satisfacción en los clientes y consumidores, y consecuentemente disminuye sus niveles de rotación acompañado ello de un incremento en las ventas a los mismos clientes y a nuevos producto de una mejor publicidad entre ellos.
Debe tenerse siempre en cuenta que es mucho más costoso conseguir nuevos clientes que conservarlos, y en segundo lugar que la satisfacción del consumidor suele propalarla este entre tres personas, en tanto que un mal producto o servicio lo llevará a esparcirlo entre diez.

Una mayor calidad contribuye a aumentar el valor marca de los productos y consecuentemente la capacidad de generación de ingresos futuros, con lo cual se puede recompensar en mayor medida a los empleados, directivos, propietarios y proveedores.

2 Mejoramiento de la productividad
Mejorar los índices de productividad implica generar un mayor volumen de producto con la misma cantidad de insumos, o un mismo volumen con una cantidad de insumos menor.
Por insumos entendemos en este caso tanto los recursos humanos, como los equipos y maquinarias, las instalaciones, las materias primas y componentes, la energía y demás servicios públicos.
Fijar objetivos de productividad, determinar estrategias y acciones concretas para su logro, y medir los logros obtenidos, constituyen los tres pasos fundamentales en la búsqueda de mayores niveles de productividad.
Niveles que deben ser continuamente rebasados dentro de la tónica de mejora continua.

Mejora la productividad implica el mejor y más pleno aprovechamiento de cada uno de los recursos, se trate de materiales, maquinarias, instalaciones, mano de obra, y recursos monetarios.

3 Reducción del inventario
El inventario ocupa espacio, prolonga el tiempo de espera de la producción, genera necesidades de transporte y almacenamiento, y absorbe los activos financieros.
Los materiales, trabajos en proceso y productos terminados que ocupan espacio en la fábrica o en los almacenes no generan ningún valor agregado, sino todo lo contrario se desmejoran e incluso pueden volverse rápidamente obsoletos.

4 Acortamiento de las líneas de producción
En las fábricas una línea de producción larga implica la necesidad de un mayor número de personas, mayor cantidad de trabajo en proceso, y un tiempo total del ciclo más prolongado.
El mayor número de personas en la línea implica también mayor cantidad de errores, lo que genera menores niveles de calidad, siendo ésta última una cuestión primordial a la hora de reducir costos y satisfacer plenamente al consumidor.

5 Reducción del tiempo ocioso de las máquinas y equipos
Maquinarias y equipos con averías dan lugar a tiempos ociosos, incapacidad de cumplir con los plazos de entregas previstos, generación de defectos en los productos, y altos gastos en conceptos de reparaciones, con todo lo que ello implica tanto en materia de satisfacción del cliente, como en los resultados financieros.

Otro factor crítico a la hora reducir los tiempos ociosos de las máquinas es la reducción sistemática de los tiempos de preparación.

Los tiempo ociosos de las máquinas llevan a la producción por lotes, y consecuentemente a mayores niveles de inventarios, con todo lo que ello implica en materia de costes en materia de manipulación, seguridad, seguros, financieros y de coste del espacio físico entre otros.
Además la falta de fiabilidad y durabilidad de las máquinas lleva a la generación de stock de seguridad a los efectos de servirse de ellos en caso de anomalías, como la interrupción o mal funcionamiento de determinados equipos.

6 Reducción del espacio utilizado
Las empresas tradicionales suelen utilizar cuatro veces el espacio que realmente necesitan.
La eliminación de bandas transportadoras, el acortamiento de las líneas de producción, la incorporación de estaciones de trabajo separadas dentro de la línea principal de producción, reduce el inventario y disminuye las necesidades de transporte. Todo ello genera consecuentemente la menor necesidad de espacio, pudiendo utilizarse los espacios sobrantes en la implantación de nuevas líneas, alquilar de ser factible su uso a terceros, o bien eliminar la necesidad de arrendar dichos locales.

7 Reducción del tiempo total del ciclo o tiempo de espera
El tiempo total del ciclo comienza cuando una empresa paga las materias primas y los diversos suministros y termina sólo cuando la empresa recibe el pago de sus clientes por los productos vendidos.
De tal modo el tiempo de espera representa la rotación del dinero. Un tiempo de espera más corto implica un mejor uso y rotación de los recursos, mayor flexibilidad en la satisfacción de las necesidades del cliente y un menor costo de operaciones.

martes, 16 de noviembre de 2010

LAS 7 IDEAS QUE DESTRUYEN AL EMPRENDEDOR



Uno: El dinero no es importante
Si algo no es importante para ti, definitivamente no formará parte de tu vida y viceversa: si algo es importante para ti, seguro estará presente. Por ejemplo, si para ti es muy importante la música, es probable que hayas comprado un reproductor digital o algún celular que te permita almacenar cientos de canciones o probablemente tengas varios aparatos musicales en tu casa; si la música no es importante para ti, entonces es muy probable que no hayas adquirido ninguno. ¿Simple no?

Pues debo decirte que de la misma manera funciona el dinero. Si tienes la creencia de que el dinero es malo o no es importante, entonces simplemente no tendrás dinero. Observa cómo por lo regular las personas que tienen esta creencia están quebradas o siempre han estado en situaciones financieras precarias. Es obvio, el dinero no es importante para ellas, por eso no lo tienen.

Ahora, no se trata de obsesionarse con el dinero ya que en efecto, hay muchas áreas en las que el dinero no funciona. Sin embargo, en el tema empresarial, el dinero es un factor fundamental. El dinero te permitirá mantener y crecer tu negocio, alcanzar tus sueños y sobre todo, generar bienestar para ti y para tus colaboradores así como para sus familias. El empresario hace un bien a la sociedad al generar empleos y en este contexto, el dinero es factor fundamental. Así que ten mucho cuidado con tu actitud hacia el dinero. Dale el respeto e importancia que éste merece.

Conclusión: El dinero importa mucho en los negocios.

Dos: “Para que un empresario gane alguien tiene que perder”
En México tendemos a creer que aquel empresario que se hace rico siempre lo hace a costa de los demás, como si la economía fuera un juego se suma cero: para que alguien gane otro tiene que perder. Esto es totalmente incorrecto y es dañino para nuestra cultura empresarial y para la sociedad en general.

Comencemos entendiendo una cosa: el dinero es infinito, así es… infinito. En el siglo pasado, el dinero en circulación estaba respaldado por lingotes de oro en los bancos centrales así como por otras monedas como dólares o libras, por lo que es natural pensar que había un límite en cuanto a la cantidad de dinero que podía circular. Sin embargo, esto ya no es así. Desde hace algunas décadas, el dinero está respaldado por la percepción y la confianza de los mercados; los lingotes ya no existen. Diariamente ocurren millones de transacciones electrónicas que suman cantidades estratosféricas de dinero, y los bancos no mueven ni un sólo billete de sus bóvedas. Es la confianza en los sistemas legales, bancarios y económicos de los países lo que hoy garantiza el valor de una moneda. Por esta razón, los gobiernos constantemente están imprimiendo más dinero.

Conclusión: No tienes que quitarle a alguien su dinero para hacerte millonario.

Tres – “A ojo del amo engorda el caballo”
Esta es una de las frases más comunes y equivocadas que existen en nuestra cultura empresarial. Si esto fuera cierto, ¿cómo le hicieron entonces los dueños de McDonald’s, Pizza Hut, WallMart o cualquier franquicia o cadena de negocios para abrir miles de sucursales alrededor del mundo y operar todas de manera simultánea? ¿Cómo le hacen los grandes empresarios para manejar cientos de negocios y seguir creciendo?

Son los sistemas y procesos de negocio los que te permiten operar varios negocios de manera simultánea, sin la necesidad de estar micro-manejando a tu personal para garantizar la calidad. La tecnología te ayuda a controlar de manera remota lo que sucede en tu empresa, así como automatizar gran parte de tus procesos, para que puedas tener una, dos o mil sucursales.

Conclusión: busca que tu negocio funcione sin ti. Para eso sirven los sistemas.

Cuatro. “Si quieres que algo se haga bien, tienes que hacerlo tú mismo”
Para muchos empresarios, no hay nadie en la empresa que pueda hacer las cosas mejor que ellos. Normalmente quien tiene esta creencia ha construido lo que algunos autores han definido como un “autoempleo”, es decir, la persona ha avanzado lo suficiente como para proveerse de un trabajo a sí mismo (y quizá a un par de personas más que figuran como sus asistentes) pero el dueño sigue siendo el experto. “Yo trabajo para mí mismo” o “soy mi propio jefe” son frases comunes de las personas que están en esta situación.

Sin embargo, si lo analizamos con un poco de profundidad, son el peor jefe que han tenido: trabajan largas jornadas (mucho más de 8 horas diarias y a veces sin descanso los fines de semana), en ocasiones no reciben su salario completo y si algo sale mal corren con todos los riesgos. Adicionalmente, el día que llega una enfermedad que les impide trabajar… dejan de tener ingresos cuando más lo necesitan (si se enferma el experto entonces quién hace el trabajo). Visto de esta forma, “trabajar para uno mismo” es el peor trabajo que se puede tener, ¿o no?

Sin embargo, el empresario que todo el tiempo está haciendo las cosas por el mismo, es simplemente un empleado.

El problema es que no se ha comprendido que la labor de “el empresario” ya no es realizar el trabajo, sino crear un sistema que permita entregar el producto con ciertos estándares de calidad. Es decir, no es lo mismo hacer sándwiches que desarrollar un negocio de sándwiches. Mientras que el primero se limita a la cocina y de cómo combinar correctamente los ingredientes (el jamón, el queso, la mayonesa, etcétera), el segundo debe encargarse no sólo de esto, sino de todo el proceso de producción, comercialización y distribución (quién hace los sándwiches, cómo los hace, quién los vende, en cuánto los cobra, cómo los entrega).

Conclusión: El empresario debe trabajar construyendo el negocio y no para el negocio.

Cinco. “Que el negocio no funcione… no es mi culpa”
La economía, el gobierno, la globalización, los empleados, la competencia… siempre tendemos a culpar a otros de lo que nos sale mal en los negocios. La realidad es que los únicos culpables somos nosotros mismos; si, en efecto, nosotros. He aquí la prueba: somos nosotros los que decidimos qué productos vendemos, somos nosotros los que decidimos a qué precio los vendemos; en qué plazas los vendemos; a qué mercado lo vendemos; con quién nos asociamos; a quién contratamos, y cuánto pagamos, sólo nosotros.

Sólo nosotros creamos nuestro éxito o nuestro fracaso. Para poder triunfar primero tenemos que asumir la responsabilidad de todo lo que sucede en nuestra vida, porque una vez que comprendemos esto y lo aceptamos de corazón, entonces entendemos que está en NOSOTROS “el poder” cambiar nuestra situación. Si nosotros somos los responsables de nuestro destino, entonces nuestro destino puede ser ¡EL QUE NOSOTROS QUERAMOS!

Conclusión: toma control de tu vida y define tu propio destino.

Seis. Crecer el negocio es difícil y me traerá más problemas
Hay por ahí una frase que dice: “no existen problemas grandes, sólo personas pequeñas”. Es cierto que una empresa más grande traerá consigo nuevos desafíos, pero también mayores satisfacciones y beneficios. No es sólo una cuestión de orgullo personal, sino una necesidad. Las empresas, hoy en día, necesitan salir de su zona de confort y volverse más competitivas. Los mercados cambian rápidamente y la competidores son cada vez son más capaces. Al igual que las personas, un negocio nunca permanecerá estático: o crece o desfallece.

¿Pero cómo crecer sin que se vuelva una pesadilla? Quizá la respuesta radique en las principales obligaciones que debe tener cada nivel jerárquico en la empresa. Dejemos claras estas responsabilidades: una persona técnica (la base de la pirámide) no puede más que administrar cómo hace su propio trabajo; un gerente debe administrar el trabajo que hacen las personas que están a su cargo para hacerlas productivas.

Sin embargo, la principal labor del empresario (y en donde muchos empresarios inicialmente fallamos) es comunicar y motivar a nuestros gerentes y colaboradores para que juntos logremos concretar la visión del negocio. No estamos hablando necesariamente de más trabajo, sino de un trabajo muy especial que sólo el dueño de negocio puede ejecutar. ¿Cuánto tiempo has pasado en este año pensando en tu visión y comunicándola a los demás? ¿Estás haciendo realmente el trabajo que te corresponde?

Conclusión: la principal labor del empresario consiste en motivar a sus colaboradores para concretar su visión.

Siete. Los libros de desarrollo personal son un fraude
Esta quizá esta sea la más peligrosa de las distorsiones que pueden existir en nuestra mente, ya que precisamente esta creencia te impedirá cambiar todas las demás. Muchas personas piensan que un libro de desarrollo personal tiene que ver con técnicas mágicas para mejorar o hacerse millonario. Ésta no es la realidad.

Existen muchos libros serios que te ayudarán a poner tu negocio en perspectiva; incluso te describirán algunos de tus problemas y sus posibles soluciones. El camino del empresario ya se ha andado muchas veces. El conocimiento está disponible a cambio de unos cuantos centavos y tiempo de tu parte. Con este tipo de lecturas, entenderás que el éxito tiene dos factores clave: el conocimiento de los negocios y la actitud o mentalidad hacia ellos. Sin la actitud y el conocimiento adecuado, será difícil que llegues a tus metas.
Los libros son fuente de ideas muy útiles en la generación de estrategias y procesos empresariales. Además nos ayudan a reforzar nuestra cultura empresarial y quitarnos de encima precisamente las ideas equivocadas que nos limitan. Leyéndolos aprenderás valiosas lecciones de grandes empresarios. Por citar a algunos autores: Brad Sugars, Michael Gerber, T Harv Ecker, Brian Tracy, Robert Kiyosaki, Napoleon Hill, W. Clement Stone, entre muchos otros. Busca sus libros, aprende y vacúnate contra las ideas equivocadas; esta es la única manera de crecer como empresario.

Conclusión: Más lectura reflexiva y menos televisión.

jueves, 11 de noviembre de 2010

10 PASOS PARA LOS QUE EMPIEZAN A TRABAJAR POR SU CUENTA


1. Prepara un Fondo para Emergencias
Cuando comenzamos a trabajar por nuestra cuenta pronto nos enteramos que el trabajo va y viene. Y cuando va, es justo cuando se rompe el lavarropas, la heladera falla, pierde un caño y la PC deja de funcionar… ¿me entiendes? Entonces lo mejor es estar preparadas/os y hacer un fondo de reserva aportando una cantidad mes a mes y reponiéndola cuando se gasta.
¿Cuánto separar? Bueno, lo conveniente sería tomar una planilla de cálculo y hacer un presupuesto estimativo para saber cuánto necesitamos mensualmente para vivir sin demasiados sobresaltos.
Por otro lado no es lo mismo si recién comienzas a trabajar por tu cuenta que si ya vienes haciéndolo por un tiempo. En el primer caso las necesidades son mayores pues todavía no tienes un negocio en pleno funcionamiento. Y si estás pensando en renunciar a tu trabajo actual sería muy bueno que tuvieras fondos suficientes para vivir al menos tres meses sin nuevos ingresos.
2. Prepara Material de Promoción
Dependiendo de la naturaleza de tu trabajo va a ser necesario mostrar algo al potencial cliente. Si por ejemplo eres diseñadora, puedes muy bien hacer una selección de tus mejores trabajos y presentarlos en una carpeta o portfolio.
También por supuesto es posible tener tu portfolio online para dirigir a tu cliente ahí. Una alternativa, si tienes una laptop, es tener la presentación cargada localmente por si no tienes conexión a internet cuando ves a tu cliente.
Si sabes que el cliente tiene una PC disponible es posible concurrir con la presentación en pen drive o hard disk removible pero ten en cuenta que no a todo el mundo le gusta cargar archivos de terceros por la posibilidad del contagio de virus.
3. La oficina en casa
Cada vez más se estila comenzar a trabajar desde la propia casa. Sin embargo hay que tener en cuenta la sociedad en la que se trabaja y las expectativas que ésta tiene sobre la actividad. Es muy difícil ser principiante y ponerse la tarea extra de luchar contra los prejuicios de su sociedad.
Si decides trabajar desde casa debes tratar de dar la imagen más profesional posible y tratar de separar familia y trabajo (aunque vivas sola/o), amueblar el espacio de trabajo lo mejor posible. Por supuesto siempre depende de la actividad pues si eres escritora bien puedes aprovechar un dormitorio grande para instalar tu escritorio, ahora que si recibes visitas de clientes, eso ya no es posible.
Otra alternativa es compartir oficina o alquilar una oficina por horas lo que además te dará una dirección física diferente de la privada. Son todas diferentes opciones a considerar. Recuerda, la percepción es muy importantes, lo visual ayuda a formar una imagen (positiva o negativa), cuando no hay recursos económicos debe haber imaginación.
Lo ideal es consultar a un profesional (arquitecta/o o decorador/a) con quien además podrías intercambiar servicios o, de no ser posible, revisar al menos revistas o blogs de decoración que nutran tu imaginación.
4. No Aceptes Cada Trabajo Que se Presente
Cuando una persona comienza a trabajar por su cuenta la tentación es tomar cada trabajo que se le presenta. Eso puede hacer que nos veamos desbordadas por un montón de trabajo poco rentable y nos deje vulnerables ante clientes abusivos.
Sé por experiencia propia que este consejo es difícil de digerir, después de todo recién comenzamos y necesitamos hacernos conocer y comenzar a ingresar dinero a nuestra famélica cuenta; sin embargo te recomiendo que leas la regla del 80/20 y luego lo pienses dos veces.
5. Prioriza la Calidad
Si no aceptaste el consejo anterior es probable que ahora estés bajo la presión de las fechas de entrega (que siempre suelen adelantarse) y un enorme volumen de cosas por hacer. Sin embargo no deberías bajar la calidad prometida. Aprende para la próxima vez.
6. Haz trabajos "pro bono" de vez en cuando
Una buena manera de hacerse un nombre es hacer trabajo ad honoren para caridad y diversas organizaciones sin fines de lucro. La exposición que obtengas te podrá ayudar a conseguir otros trabajos (esta vez pagos) que bien pueden compensarte el tiempo invertido en los otros.
7. No te apresures a dar tus tarifas
Los principiantes en general se entusiasman tanto ante la perspectiva de un nuevo trabajo que se apresuran a pasar sus honorarios antes de haberlo evaluado correctamente. Luego se hace difícil cumplir y algunos optan por bajar la calidad (lo cual, en mi opinión, No es una opción).
Obtén toda la información que puedas y dile al cliente que vas a evaluar bien el trabajo y que en x días lo llamarás con un presupuesto y un listado de todas las tareas implicadas para corroborar si ambos entendieron lo mismo. Un listado de tareas te da pie para negociar el presupuesto.
8. Administra tus contactos
A medida que pasa el tiempo vas adquiriendo una gran cantidad de contactos que necesitan ser gestionados. Ya no se puede tener un ficherito con las tarjetas juntadas en reunions de networking, exposiciones o seminarios.
Toda esa información es muy valiosa si es gestionada adecuadamente, en caso contrario pronto se transforma en un montón de tarjetas inservibles…
Cuando comencé mi práctica en diseño gráfico me armé una base de datos con el programa Filemaker, con el tiempo fui incorporando un montón de funciones que me permitían hasta llevar la facturación. Lo hermoso de este software de bases de datos es que una vez ingresada la información se puede agregar continuamente cosas y hacerla cada vez más útil.
Hoy hay montones de soluciones (gratuitas y pagas) de gestión de negocios para profesionales independientes. Por ejemplo, hace muy poco comentábamos sobre Dashboard, un CRM para pequeñas empresas que permite hacer seguimientos.
Otra opción súper interesante es HighRise cuyos precios comienzan con $24/mes, esta aplicación de 37 Signals con montones de aplicaciones para negocios.
9. Que lo urgente no tape lo importante
Cuando finalmente las cosas comienzan a funcionar, estamos tan ocupadas que se nos escapan las cosas importantes. Por lo tanto de entrada deberías hacerte una rutina en tu agenda para: contabilidad, cuentas a cobrar, cuentas a pagar, impuestos, archivar, tirar lo que no sirve (esa limpieza que sólo tú puedes hacer), planificar futuras actividades, agendar seguimientos, etc. Todas estas tareas no generan ingresos en forma directa pero aún así son esenciales.
10. Aspectos legales
En realidad este debería ser el primer punto. ¿Existen restricciones en tu área para establecer tu negocio? ¿Necesitas una habilitación? ¿Debes tener una estructura legal o puedes comenzar más informalmente? Las respuestas a todas estas preguntas difieren de país en país y en cada país también difieren internamente según cada comuna, es tu trabajo averiguarlo.

martes, 2 de noviembre de 2010

LOS 40 SECRETOS PARA VENDER MAS



1. la primera impresión es clave. Nunca tendrás una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión. Por eso, desde el principio enfócate en satisfacer los deseos del cliente y no te concentres sólo en presentar una oferta. Si tu inicio es débil, el final será igual. Aprovecha el primer encuentro para que tus consumidores se convenzan -a través de un buen trato- de que tú eres su mejor opción y, por supuesto, que ellos también son importantes para ti. De lo contrario, después tendrás que trabajar mucho para cambiar una mala primera impresión.
2. Traza un plan para conquistar clientes. Planear las acciones que realizarás te dará grandes ventajas para ofrecer un servicio de excelencia. Crea un plan general antes de tratar con nuevos clientes y uno especial para tus cuentas principales. Perfila a cada uno de tus prospectos con base en datos generales y necesidades específicas que observes. La finalidad es desarrollar acciones puntuales dirigidas a cubrir estos vacíos. Recuerda que el plan es sólo un punto de partida que deberá adaptarse según el caso, pues cada cliente es diferente.
3. Escucha primero y anticípate. Una vez que trazaste un plan, el segundo paso se llama "anticípate". ¿Cómo hacerlo? Permite que el cliente te explique en detalle qué desea. En ocasiones, las palabras no son un recurso suficiente para expresar lo que en realidad sentimos, así que también toma en cuenta las expresiones del rostro y ademanes. Cuando sea tu turno de hablar, utiliza toda la información que captaste para presentar las características de tu producto o servicio como la solución exacta a las demandas planteadas. Karl Albrecht, especialista en management y pionero de la nueva economía de servicios, explica en su libro Todo el poder al cliente que "la excelencia en servicio sólo es posible cuando la satisfacción de las expectativas del cliente ha sido superada". Conclusión: anticípate y ve más allá.
4. Elige un buen lugar para tu negocio. La ubicación es un punto fundamental para que los clientes disfruten ir a tu negocio con gusto y sin complicaciones. Toma en cuenta las vías de comunicación para llegar a tu local y el tipo de zona, es decir, que no sea demasiado conflictiva, peligrosa o de difícil acceso. También considera prioritario tener un estacionamiento propio o haz una alianza con uno cercano y ofrece una tarifa especial para tus compradores. De nada serviría que el diseño de tu tienda sea espectacular y que tengas los mejores productos a precios competitivos si no logras que las personas lleguen a ti sin mayores obstáculos.
CONOCE A TU CLIENTE
5. Estudia tu mercado. Invierte tiempo para ser un experto conocedor de tu mercado. Asiste a exposiciones comerciales y eventos que tus consumidores consideren importantes. Ahí podrás convivir de cerca con ellos. También aprovecha la ocasión tanto para observar qué está haciendo tu competencia como para detectar qué tipo de productos y servicios son los más demandados. Otra opción es mantenerte al día sobre las tendencias del mercado a través de publicaciones especializadas e involucrándote y participando en cámaras y organizaciones gremiales.
6. Ponte en los zapatos de tu cliente. Un grave error es pensar que el servicio al cliente es una actividad estandarizada y que las mismas tácticas funcionarán para satisfacer las expectativas de todos. Las personas son únicas y especiales. Ponte en los zapatos de la otra parte y plantéate la siguiente cuestión: ¿cómo me gustaría que me traten: bien o mal? Entonces ofrece un trato, al menos, bueno. Mejor aún, excelente. Inicia con un plan general de atención y, según sea el caso, diseña estrategias específicas para crear una experiencia "diferente" para cada cliente.
7. ¿Cómo iniciar con el pie derecho? El secreto está en hacer las preguntas correctas al inicio y al final de la conversación que tengas con un cliente. Agradécele el tiempo que te ha dado y después pregunta: "Sólo por curiosidad, ¿por qué aceptó esta cita?" La mayoría te contará sobre las experiencias vividas con diferentes productos y compañías. Tú sólo concéntrate en escuchar. Este hecho demostrará que, por un lado, tienes interés, mientras que obtendrás información valiosa y el canal de comunicación quedará abierto para cuando sea tu oportunidad para exponer tus propuestas.
8. Haz preguntas correctas. Un error común es cuestionar a los clientes de forma incisiva. Por ejemplo: ¿Qué objetivos le gustaría alcanzar en su empresa? Aunque recibas respuesta, quizás no sea del todo verdadera. Otra equivocación es preguntar: ¿está satisfecho con las ventas de su negocio? La contestación será "sí" o "no", terminando de tajo con la conversación. En cambio, contempla esta posición: "Con base en su experiencia, ¿qué herramientas, aliados o recursos necesita para incrementar sus ventas?". La interrogante es directa y deja la respuesta "abierta", invitando al consumidor a compartir todo lo que tiene en mente. Prevé estas situaciones y prepárate antes de una cita. El cliente sentirá que está frente a un experto capaz de brindarle un servicio de excelencia.
9. ¿Qué busca un cliente? Cuando una persona adquiere un producto o servicio en realidad está comprando emociones. Si todos tenemos cinco sentidos, provoca que tus consumidores experimenten con cada uno de ellos. Por ejemplo, ir al cine no se limita a ver una película, sino a un momento de entretenimiento que va acompañado de imágenes, sonidos, alimentos y bebidas. "Calidad" es lo que debes dar al cliente. "Servicio" es la manera en cómo se lo vas a dar. Tú eliges de qué manera: entrega de una pizza en menos de 30 minutos; un servicio de mensajería en sólo 24 horas; si no hay negocio para ti, te devolvemos tu dinero, etc.
ESTRATEGIAS PARA CONQUISTARLO
10. Demuestra por qué eres la mejor opción. Cuando estés a cargo de la primera tarea que te ha confiado tu cliente, no olvides proporcionar información actualizada sobre tus avances. Comparte todos los resultados -buenos y malos- y resuelve los problemas que se presenten de forma conjunta. Demuestra, en todo momento, que estás haciendo tu mejor esfuerzo y que trabajas para alcanzar un beneficio mutuo. Si lo consigues, no sólo construirás una buena relación, sino también crearás un sentimiento de satisfacción en tu consumidor, lo que te ayudará a mejorar las posibilidades de ganar esa cuenta y muchas más.
11. Enfócate en los detalles. A quién no le encanta recibir algo que lo sorprenda. Por eso, los detalles marcan la diferencia. La estrategia es sencilla: observa muy bien qué le agrada y qué le molesta a tu cliente, identifica estos elementos y utilízalos a tu favor para causarle una gran emoción. No es cuestión de hacerle un obsequio, sino de saber cuáles son las cosas que más aprecia de tu oferta. Lleva un registro puntual de su consumo y detecta sus gustos para luego, antes de que lo pida, mostrarle las opciones que seguramente tiene en mente. La creatividad será tu mejor aliado.
12. Resuelve el problema más difícil. Una vez que identificaste quién es tu cliente ideal, la duda es: ¿cómo iniciar una relación con él? Una buena alternativa es preguntarle cuál es el problema más complicado que enfrenta y que ninguna otra persona ha resuelto. Preséntale una solución concreta acompañada de un plan de acción. Entonces, el prospecto pensará: "¡wow!, si (él o ella) puede con una tarea complicada, imagina lo que hará en otras áreas". Esta oportunidad te permitirá crear una base sólida para pensar en una relación de largo plazo.
13. Que el cliente "pruebe" tu trabajo. Ofrecer una "muestra" de tu trabajo es una herramienta de mercadotecnia bastante efectiva para conquistar nuevos clientes y es tan certera como hacer una campaña publicitaria. Se trata de una excelente oportunidad para que el consumidor conozca tus propuestas y, principalmente, para que sepa cómo las llevas a la ejecución. Pero no confundas esta estrategia con "trabajar por nada". ¿Cuál es la diferencia? Terminado el periodo de "prueba", pon el asunto sobre la mesa y asegúrate que el cliente ofrezca algo más que gratitud. Calcula el monto de tus honorarios a fin de que, si él te hace una propuesta, tú estés listo para negociar un trato justo para ambas partes. Este será sólo el comienzo de una larga relación.
14. Crea expectativas y ve más allá. Cumplir con lo prometido es lo mínimo que tienes que hacer para que tus clientes se sientan satisfechos con tu servicio. Lo ideal es provocar el efecto "wow", es decir, sorprenderlos con una atención superior a la que esperaban o superando las experiencias vividas hasta entonces. Para lograrlo, debes saber perfectamente ¿quién es tu cliente? Reúnete con tu personal e intercambien información acerca del perfil de cada uno de los compradores. Importante: cualquier momento es bueno para generar el factor sorpresa. Tú decides cuándo y cómo provocarlo.
15. Ofrece toda una experiencia. La diferencia entre ofrecer un servicio y una experiencia es la siguiente: un servicio puede convertirse en un "argumento acartonado" donde se repiten frases como "Espero que vuelva pronto". En cambio, una experiencia incluye mercadotecnia sensorial. Esto significa manejar colores, luces, aromas, etc. Integra todas estas sensaciones a tu oferta, de tal forma que conquisten los sentidos de tus consumidores. La meta es provocar en ellos una reacción parecida a: "¡Qué experiencia tan grata!, volveré pronto para vivirla de nuevo".
16. Sé el anfitrión perfecto. Si tienes un restaurante, ponte en el lugar del cliente y reflexiona lo siguiente: ¿te gustaría que el chef fuera a tu mesa para preguntarte si te gustó la comida que preparó? Lo más probable es que sí. Este tipo de detalles son inolvidables para los consumidores, así que no los pierdas de vista. El consejo es que trates a tus clientes como a amigos que decidieron visitarte. No los decepciones y crea un ambiente perfecto lleno de detalles. Al final, ellos quedarán tan complacidos que volverán pronto en búsqueda de una experiencia igual o mejor. Prepárate y recíbelos como se merecen.
17. Gánate la confianza del cliente. Estudios demuestran que la mayoría de los directivos basan su decisión final con base en "a quién le compran" y no en "qué compran". La forma en que te presentes y las preguntas que hagas revelarán quién eres, cómo piensas y, principalmente, crearán algo invaluable: confianza. No basta una sonrisa. El consumidor está harto de empresas que te dicen "tenemos todo lo que necesitas", pero que al final no entrega el producto a tiempo, ni respeta el precio acordado. Entonces, para ganarte la confianza del cliente necesitarás, más que una sonrisa, cumplir con tu palabra. Para ello, no descuides ni un instante a tu consumidor, dedícale tiempo y mantenlo informado.
18. Habla el idioma del cliente. Cuando un consumidor acude a determinado establecimiento o contrata los servicios de una persona, en realidad lo que busca es hacer contacto con alguien que hable su mismo lenguaje. Un error común de los profesionales es que explican las cosas utilizando términos técnicos que la mayoría desconoce. Esto hacer sentir incómodo al cliente pues, no comprende en qué consiste la solución que le proponen. El consejo aquí es presentar soluciones puntuales y, sobre todo, cuál es la finalidad de cada una. Si lo que ofreces es un producto, lo esencial es describir sus ventajas y cómo éstas resolverán el problema que el consumidor plantea.
19. Nunca dejes que se vaya enojado. En el mundo de los negocios existe un dicho que dice que "un cliente feliz se lo dirá a una o dos personas, y uno infeliz se lo hará saber a 10 personas". Por ejemplo, cuando te enfrentes a un cliente enojado a causa de una falla en el artículo que adquirió, apela al servicio como la mejor alternativa de conciliación. Dale la oportunidad de expresar su malestar, demuestra preocupación por ayudarlo a pasar el mal rato y ofrécele soluciones inmediatas como la reposición del producto o un descuento en su próxima compra. Si se trató de una falla por parte del personal, evalúa la situación y aplica medidas para que no se repita.
20. Mantén abierto el canal de comunicación. La comunicación y el seguimiento paso a paso son las reglas básicas para garantizar una relación de largo plazo. Muchos piensan que la atención y el servicio terminan cuando el consumidor se retira con el producto o servicio que quería. Grave error. Conocer su opinión, nivel de satisfacción y perspectivas es fundamental para ofrecerle exactamente lo que necesita. En prime lugar, hazle saber al cliente que su opinión acerca de tu negocio es importante para ti. Coloca un buzón de sugerencias, un número telefónico de atención directa y envía encuestas de opinión -vía correo electrónico. Esta información será el punto de partida para tomar decisiones encaminadas a mejorar cada día tu servicio.
NO LO DEJES IR
21. Cultiva la relación con tus clientes. Más que buscar nuevas cuentas, cuida la relación con tus consumidores actuales. El ansia por incrementar la base de clientes impedirá que te ocupes en quienes ya confían en tu negocio. Por eso, mantente en contacto permanente con ellos para escuchar sus comentarios y aclarar sus dudas. Así, te convertirás no sólo en un proveedor de productos y servicios, sino en un asesor especializado en detectar y resolver las necesidades de sus compradores. El resultado: clientes 100% satisfechos y dispuestos a repetir la experiencia de compra vivida o a referirte entre sus conocidos.
22. Agrega valor a tu oferta. Los expertos recomiendan no depender sólo de dos o tres clientes para generar el mayor volumen de ventas. Pero también es un hecho que las principales cuentas crecen a un ritmo más acelerado que las demás. ¿Qué hacer? En lugar de reducir la concentración de tus negocios, una buena alternativa es proveer servicios adicionales que complementen tu actividad original. Demuéstrale que en verdad te preocupas por él y que no sólo se trata de hacer negocios. Por tanto, diversifica tu oferta con el objetivo de ser el aliado estratégico que tus consumidores buscan para realizar diferentes tareas. De esta manera, crearás una sólida barrera frente a tus competidores.
23. Personaliza, personaliza, personaliza. Noticia: el cliente ya no es un número más. Ahora el primer requisito es llamarlo por su nombre y conocerlo a fondo. Cada persona es diferente y ama el trato individual. Entonces, prepárate para ofrecer experiencias diseñadas a su medida. Examina sus hábitos de consumo, pregúntale por qué le agrada determinado producto o servicio y si está de acuerdo con el precio. Integra esta información en una base de datos y no la pierdas de vista para brindarle un trato totalmente personalizado, cuidando los detalles al máximo y anticipándote a sus deseos.
24. Crea un lazo personal. Hacer negocios no lo es todo. Aprende a ver a tus clientes no sólo como una fuente de ingresos para tu empresa, sino como una parte fundamental de ella. ¿Cómo crear un lazo personal con tus prospectos y consumidores? Convive con ellos en un ambiente menos formal y más relajado. Invítalos a desayunar o a un evento deportivo. El objetivo es platicar de diversos temas y, al mismo tiempo, conocerse mejor. Durante estas charlas pon atención en los detalles, pues se trata de información privilegiada para después formular propuestas interesantes.
25. Innova tu servicio constantemente. Todo es susceptible de ser mejorado. Entonces, utiliza tus conocimientos e imaginación para encontrar, día a día, cómo mejorar la atención al cliente. Existen infinidad de elementos que, a simple vista, parecen poco importantes y que en realidad son clave para crear una experiencia diferente. Ofrece servicios complementarios sencillos pero que causen un gran impacto en los consumidores. Por ejemplo: envoltura de regalos sin costo extra, asesoría personalizada para comprar artículos tecnológicos, etc.
26. Investiga y vencerás. ¿Alguna vez has llamado a tus clientes para preguntarles si están satisfechos con el producto o servicio que adquirieron? Llevar a cabo esta acción es fundamental antes de pasar al siguiente nivel, es decir, investigar a fondo quién es la persona o empresa que acudió a ti en búsqueda de una solución. Entérate a qué se dedica, cuáles son los recursos que necesita para mejorar su desempeño laboral y quiénes son las personas que lo rodean. Si vendes computadoras, pregúntale a tu cliente, en primer lugar, si está a gusto con su compra; posteriormente, indaga si le interesa adquirir otro equipo, tal vez para algún familiar o un modelo especial como herramienta de trabajo.
27. La experiencia termina cuando el cliente regresa. ¿Qué es lo que más te interesa de un cliente? Respuesta: ganarte su confianza para que regrese una y otra vez. No te equivoques, la relación entre ofertante y consumidor no termina cuando este último se marcha de una tienda con un producto en mano, sino cuando -convencido por la atención que recibió- regresa para repetir la experiencia de compra. Siempre dale algo más a tu cliente, un toque característico de tu negocio, el cual no pueda apartar de su mente hasta que se encuentre nuevamente. Incentívalo a volver con promociones por teléfono o Internet.
PREPARA A TU EQUIPO
28. Pon tu política de servicio por escrito. Crea políticas orientadas a ofrecer un servicio de excelencia y ponlas por escrito. El objetivo es crear una guía de principios que sirva para orientar a los empleados. Las reglas del juego se resumen en la siguiente frase: "el cliente siempre tiene la razón". Pero lo más importante es llevar a la práctica estas políticas. Como emprendedor debes ser el primero en implementarlas para que, en respuesta, tu personal lo haga sin dudar.
29. No contrates empleados, busca aliados. El proceso de selección de personal es uno de los puntos fundamentales para crear un servicio de excelencia. Por tanto, recluta personas comprometidas con este objetivo. Esto implica un estricto proceso de selección para descubrir las capacidades que tienen tus colaboradores y enfocarlas hacia la atención al cliente. Asume el papel de líder de tu equipo y conviértete en un ejemplo para los demás. Como tus aliados, permite que participen activamente no sólo despachando mercancías, sino aportando ideas nuevas y, sobre todo, implementándolas.
30. Invita a tus empleados a que aporten ideas. Las reglas para promover un cambio en la conducta del personal y conducir los procedimientos de un negocio necesitan venir de los empleados. Ellos adoptarán fácilmente las políticas sólo si creen en éstas. Invítalos a que aporten ideas, ya que son ellos los que se encuentran en la "línea de fuego", conviviendo día a día con los clientes y escuchando sus comentarios. De forma conjunta, hagan una selección de las mejores aportaciones y pónganlas en práctica de inmediato.
31. Lleva a cabo las propuetas sugeridas. Escoge una de las ideas aportadas por el personal y ayuda incondicionalmente a que se lleve a cabo. Elimina todos los obstáculos para que la implementación sea un éxito. Si esta nueva idea choca con alguna política o procedimiento ya establecido, haz todo lo posible por hacer el cam-bio sin complicaciones. Con esto, tus colaboradores verán que su opinión es importante para ti y que aprecias su interés por dar un servicio de primer nivel.
32. Utiliza la opinión del consumidor a tu favor. Todas las acciones que emprendas tendrán por punto de partida la opinión del cliente. Tanto tú como tus colaboradores deberán estar alertas ante cualquier comentario, bueno o malo, emitido por los consumidores. Utiliza varios métodos para reunir información, especialmente el más poderoso de todos: una conversación frente a frente. El siguiente paso consiste en evaluar dichas opiniones y hacer los cambios oportunos a fin de que el cliente note que sus sugerencias fueron no sólo escuchadas, sino que significaron la base para mejorar el servicio.
33. Motiva a tu personal. Una manera efectiva para motivar a tus colaboradores es a través del efecto causado por los comentarios positivos aportados por los clientes. Por ejemplo, si un empleado propone colocar asientos para que los adultos mayores descansen mientras hacen fila, y uno de los consumidores te pregunta de quién fue la idea, de inmediato llama al empleado para que reciba directamente la opinión. Este hecho motivará a tu personal a seguir aportando ideas y a llevarlas a cabo también.
34. Evalúa el desempeño de tus colaboradores. Mystery Shopping es uno de los métodos más efectivos para medir e incrementar la satisfacción y la lealtad de tu cliente. Contrata a una empresa experta para que envíe a "compradores misteriosos" a tu negocio con dos objetivos: vivir la experiencia como consumidor y cerciorarse que el cliente reciba una buena atención. Aunque avisarás previamente a tus empleados sobre estas visitas de evaluación, ellos desconocerán el día, la hora y a la persona. A partir de la información generada con este ejercicio -efectuado una vez por semana o quincena- tomarás dos tipos de acciones:
1) Si compruebas que el personal se desempeña satisfactoriamente, harás un reconocimiento público y premiarás a tus colaboradores.
2) Pero quien sea sorprendido en una actitud negativa para con el cliente, las consecuencias podrían ser desde una seria llamada de atención hasta el despido.
GANA MÁS CLIENTES "EN LÍNEA"
35. Transforma tu sitio virtual en una experiencia real. Tener un sitio web comercial no debe ser obstáculo para que el cliente no sienta como si realmente estuviera en contacto con el producto o servicio. Una descripción detallada y fotografías de buen tamaño y desde diferentes perspectivas ilustrarán mejor a los visitantes. Con estas herramientas despertarás el interés de los consumidores para que se atrevan a hacer el pedido y, de esta manera, vivir plenamente la experiencia de compra. Si lo consigues, no durarán en regresar nuevamente.
36. Mantén informado a tu cliente. No basta con poner a la vista los datos de contacto en tu sitio web si no das una respuesta rápida. Instala un generador automático de correos electrónicos que indique a tus compradores, una vez que hagan una orden de compra, que su solicitud fue recibida con éxito. Haz alianzas con varias compañías de mensajería y ofrece una amplia gama de opciones de envío. Cada día manda un e-mail a tu cliente para informarle sobre el progreso de su orden. En caso de algún retraso, repórtalo y explica las causas. La honestidad es una de las reglas de oro en servicio al cliente.
37. Da todas las facilidades de contacto y envío. Es importante que tu sitio comercial sea fácil de navegar. Dentro del menú principal crea un apartado especial donde el visitante encontrará todas las respuestas a sus dudas acerca del tiempo de entrega, formas de pago y envío, políticas de devoluciones, etc. Asegúrate de incluir todos los datos de contacto de tu empresa: dirección, número telefónico y correo electrónico. Esta información será de gran utilidad para tus clientes y te ayudará a darles un mejor servicio sin importar que sea a través de una computadora.
38. Responde las "preguntas frecuentes". Un estudio del Grupo Pelorus demostró que el 42% de los sitios web comerciales tardan, al menos, cinco días en responder las preguntas que envían sus clientes. Crea una sección de "Preguntas Frecuentes" (FAQ, por su nombre en inglés) dentro de tu menú principal. También incluye una dirección de correo electrónico que servirá de enlace entre tus visitantes y tu negocio. Revisa constantemente la bandeja de entrada y responde a la brevedad posible todas las consultas que recibas.
39. Que tu conmutador inteligente sea realmente inteligente. Si la forma de contacto que tienes con tus clientes es vía telefónica, procura manejar un menú sencillo y útil. No olvides tener siempre disponible la opción de "hablar con un representante", quien sabrá canalizar al consumidor con la persona indicada para resolver sus dudas.
40. Sorpréndelos con promociones exclusivas. Agrega un elemento sorpresa a los correos automáticos que envíes a tus consumidores cuando hagan su pedido. Puede ser un cupón de descuento válido para su siguiente compra o información extra sobre el producto que acaban de adquirir. Anexa un breve cuestionario para saber más acerca de ellos y conocer cuáles son los productos que buscan.