Una nueva idea de negocios puede ser una empresa completamente nueva o una nueva actividad de una empresa en plena actividad. En ambos casos, con más frecuencia de la aconsejada, los empresarios y emprendedores se lanzan al desarrollo de la nueva idea, posiblemente muy entusiasmados desde el punto de vista emocional, sin antes evaluarla debidamente. La pasión y el entusiasmo son necesarios, pero sólo después que, de forma estrictamente racional, se ha determinado la viabilidad de la idea.
Para estos fines, además de los complejos procedimientos de evaluación existentes, Darrell Zahorsky, , propone ocho simples criterios de evaluación, que ya se conocen como la Prueba del 8. Veámoslos.
1. La prueba Beta
Al igual que hacen los desarrolladores de programas informáticos (software), someta su idea a la prueba de la realidad del mercado antes de darla por válida e invertir su dinero en ella. Ponga su nuevo producto en manos de algunos grupos de consumidores y pídales que le den su opinión. No mantenga su idea en secreto ni asuma que será un éxito sólo porque usted lo cree. Sin realimentación real del mercado, usted corre un riesgo muy alto de fracaso (tal y como ha sucedido millones de veces alrededor del mundo).
2. Identifique su mercado objetivo
Lamentablemente, muchas pequeñas y medianas empresas creen que el mejor enfoque es ofrecer productos “para todo el mundo”. La realidad es que aunque usted pretenda llegar a “todo el mundo”, aún cuando alcance el éxito de mercado, verá que al final sus productos serán consumidos sólo por un segmento del mercado: aquel formado por los consumidores que consideran que sus productos satisfacen mejor que cualquier otro sus necesidades, deseos y expectativas específicas. Incluso, aunque su idea de nueva actividad tenga un potencial teórico de alcanzar una porción importante del mercado, es preferible iniciar por un segmento concreto y, luego, ir ampliando progresivamente la cobertura del mercado total. Tal y como indica Zahorsky: “„Adolescentes del sexo femenino que leen libros religiosos y ven medios de tema religioso‟ es una mejor definición del grupo objetivo que describirlo como „adolescentes que muestran interés por los asuntos religiosos‟ “.
3. Proteja su idea
Una nueva oportunidad de negocios es un asunto delicado. Para protegerla usted necesitará rodearla de todos los mecanismos legales que se lo permitan: patentes, licencias, derechos de autor, contratos, etcétera, o, si su idea es de un negocio minorista podría, incluso, constituir en asegurar la mejor posición comercial en la cuadra.
4. Investigue que desean sus consumidores potenciales
Con excesiva frecuencia, muchas veces nos olvidamos de que el propósito fundamental de una empresa es suministrar al mercado productos o servicios que satisfagan determinadas necesidades de la gente. Su idea de negocios tendrá mayores posibilidades de éxito si satisface una necesidad o un deseo claramente reconocible en el mercado. Es posible que teóricamente exista aparentemente una idea genial, pero si los consumidores no desean cambiar sus costumbres o hábitos de compra y consumo, el fracaso será seguro.
5. Evalúe a fondo su idea desde el punto de vista económico
Toda nueva oportunidad de negocios debe ser evaluada, de forma muy objetiva y racional, desde el punto de vista de sus implicaciones económicas y financieras. No se trata tan solo de evaluar su potencial de rentabilidad, sino de cuáles serán sus reales requerimientos de recursos: muchas empresas nuevas han fracasado porque se han quedado cortas de recursos, no porque eran ideas equivocadas. Si usted no está seguro de que puede reunir los “miles o millones” que requiere su idea, es mejor que ni siquiera se interese por ella.
6. Evalúe sus habilidades y competencias personales
Su idea incrementará sus posibilidades de éxito si usted posee las habilidades requeridas para llevarla al éxito. Cuando es el caso de una nueva empresa no se trata tan solo de instalarla y ponerla a funcionar. Ese es sólo el primer paso: luego es necesario gestionarla y hacerla crecer y para ello se requieren pericias y habilidades concretas, dependiendo del sector de negocios de que se trate. Si la nueva idea exigirá de usted el desarrollo de nuevas habilidades, es preferible que, al evaluarla, considere la posibilidad de incorporar a alguien que las posea (como socio o como empleado, si la nueva idea produce lo suficiente como para pagarlo).
7. Evalúe su idea en un horizonte de futuro
¿Cuáles son las previsiones a futuro a corto y medio plazo para esa idea que hoy parece tan extraordinaria? El sector de negocios, ¿puede cambiar radicalmente debido a desarrollos tecnológicos en curso, a nuevas leyes del Estado, a cambios sociales que se estén produciendo ya? Realice un rápido análisis FODA del sector de negocio a futuro.
8. Evalúe el factor personal
Muchos sectores de negocios requieren de un personal motivado y con altos niveles de habilidades operativas. ¿Están disponibles en su lugar de residencia? Evalúe con cuidado cómo y dónde los conseguirá y, luego, como los mantendrá suficientemente motivados. Con frecuencia, el factor “personal” es la razón del éxito o fracaso de un emprendimiento. No lo subvalore. Nunca.