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domingo, 11 de julio de 2010

LAS CARACTERSITICAS PARA SER UN BUEN EMPRESARIO


No es necesario reunir las siete características para considerarse un buen aspirante a empresario, pero la verdad es que ayuda. En general, cuanto más se acerque a estas características, más probabilidades tendrá de acumular los requisitos para montar su propio negocio.

1) Pertenece a la clase de personas que no puede trabajar para otra. No lo digo en un sentido negativo. Los que logran poner en marcha su propio negocio suelen venir de familias cuyos padres trabajaban por cuenta propia. Por lo común, es más fácil conseguir un trabajo en una empresa que iniciar un negocio propio. No es extraño que quienes se abren paso por sí mismos hayan tenido el ejemplo directo de sus padres.

2) Es un empleado pésimo. Sin paliativos. Muchos de los que ponen un negocio propio han sido despedidos o se han ido de varios trabajos. No me refiero a despidos por falta de trabajo o de cambios a otros trabajos mejor pagados: sólo le pidieron que se marchara o se fue antes de que le echaran. Hay que pensar en ello como si fuera el mercado el que dijera que la única persona capaz de motivarle y dirigirle con eficacia es usted mismo.

3) Es de los que ven varios significados en el término «estabilidad laboral». Sinceramente, envidio a las pocas personas que conozco que han permanecido con un solo empleador 25 o 30 años. Se sienten segurísimos. Pero, ¿a cuánta gente conoce que pueda estar en una empresa durante tanto tiempo? En una economía tan cambiante, la estabilidad laboral se está tornando efímera de forma alarmante.

4) Ha alcanzado su techo o no tiene expectativas. A veces, la motivación para embarcarse en el negocio propio nos viene de haber subido todo lo que se podía en nuestro escalafón, mirar alrededor y pensar «y ahora, ¿qué?». Un éxito precoz puede resultar maravilloso, pero una jubilación anticipada puede hacer de gente enérgica y motivada auténticos chiflados.

5) Ya ha estudiado el mercado y ve nuevas oportunidades. No se le ocurra mencionarme siquiera su magnífico proyecto si no ha dedicado tiempo a averiguar si su producto o servicio tiene un mercado. Se lo dirán muchas personas implicadas en negocios fallidos en Internet: una buena idea no es por fuerza una idea rentable. No se empeñe en el proyecto sin antes asegurarse de tener buenas posibilidades de que aparezcan los clientes.

6) Su familia lo apoya. Iniciar un negocio resulta estresante en el mejor de los casos. Si lo hace sin el apoyo de su cónyuge u otros miembros importantes de su familia o su entorno, puede resultar insoportable.

7) Sabe que no puede hacerlo solo. Es posible que sea el mejor promoviendo su negocio. A lo mejor le encanta llevar las cuentas de la empresa. Igual es de los que monta su negocio basándose en su creatividad o sus conocimientos técnicos para crear un producto.

lunes, 5 de julio de 2010

COMO AUTOMOTIVARSE PARA SER UN EMPRESARIO DE EXITO


La vida de un empresario está llena de altibajos. Un día las cosas son muy interesantes, y el próximo tenemos que enfrentar un problema nuevo. En un escenario de película, los actores dicen “Es dejar salir el aire de nuestro tiempo.” En otras palabras, el fuego se está apagando y la pasión se ha ido.
Pero como los empresarios, nuestra pasión es nuestra responsabilidad.
Algunos tenemos detectada nuestra pasión, otros todavía tienen que descubrirla. Sólo asegúrate de que es tu pasión y propósito, no lo que tus padres y maestros, dijeron que debe (o no) ser. Dos propietarios de franquicias de pizza casi idénticos pueden tener dos razones totalmente diferentes para estar en el negocio. Uno puede estar viviendo un sueño de hacer crecer una pequeña empresa y dar trabajo a niños de la localidad, mientras que al otro le encanta ver a familias que disfrutan de la buena comida juntos. La clave es descubrir lo que te motiva – lo que prende tu fuego.
Claves de la pasión y propósito
Hay dos factores importantes que motivan a los empresarios:
Queremos expresar nuestro más profundo deseo, la pasión y el propósito. La razón es simple: si vamos a crear un negocio y pasar gran parte de nuestro tiempo viviendo en él, vamos a hacer algo que nos gusta, algo que expresa nuestro propósito en la vida.
Queremos poner pasión ante la practicidad. Sí, queremos que el negocio tenga éxito y queremos ganar dinero. Pero primero habría que decidir las palabras que nos prendieron fuego. Entonces vamos a trabajar y encender el fuego en nuestros negocios y en nuestro equipo. Es como las locomotoras de vapor de edad. El motor y las pistas son la estructura empresarial práctica. Pero si no hay fuego en la caldera, nunca podremos hacerla rodar
Conviértelo en realidad
Nada tiene éxito en esta vida si no está enfocado a algo por eso es importante que declares una misión, visión y valores, una misión es a lo que te enfocaras con tu negocio, la visión es cómo quieres verte en un lapso de tiempo y los valores son las bases con los que cumplirás esa misión analízalos léelos en lo primero que hagas en el día te comento el porqué:
Vocalizar. Cuando leemos algo en voz alta, golpea a ambos lados del cerebro. El lado izquierdo es lógico – se racionaliza, pero no hay pasión y muchas veces crea la negatividad y resistencia. El lado derecho es la fuente de la emoción y la motivación. No siempre es práctico. Pero cuando leemos una declaración útil, práctica en voz alta, golpea a ambos lados del cerebro y las unifica.
La práctica diaria. La motivación es como el ejercicio. Mientras más te resuelves, más fuerte consigues ser. Lo mismo ocurre con la pasión cuando se revuelve la olla cada mañana. Si fallas un día, ¿y qué? Que el día de ayer, eso es historia, eso es el pasado. Basta con pensar en esto por inspiración: “Hoy es el día más importante de tu vida, porque hoy es el primer día del resto de tu vida.” Replantear un nuevo comienzo cualquier día para moverte en la dirección correcta.
Lo primero es lo primero. Stephen Covey, autor de Los siete hábitos de la gente altamente efectiva, nos enseña a poner “primero lo primero.” Un significado de esto es comenzar cada día con lo que más importa. Y es una gran idea. Nos anima a tomar en actos positivos e ideas nutritivas para las dos primeras horas de cada día. ¡Comienza el día con tu propia visión, no con el periódico!
Kim, George, autor de Coaching Into Greatness, dice que las declaraciones de misión enmarcadas en la pared son simplemente horribles. En su lugar, tenemos que hacerlos realidad para nosotros mismos. Leo de pie en equilibrio, de forma dinámica, como si estuviera a punto de comenzar una carrera de velocidad. Así que lee en voz alta tu misión diaria, de una manera dinámica, activa, para avivar el fuego interno.
Alimenta el fuego con la frecuencia necesaria
Digamos que cada mañana recibes cierta motivación ¿Cuánto tiempo va a durar?
En un buen día, alrededor de dos horas.
En un mal día, 10 minutos.
Casi todos los días, algo te va a pasar que te sacará del buen ritmo. Podría ser un cliente que se queja, un trabajador de bajo rendimiento, un tráfico que te hace llegar tarde para a reunión o una merienda mediocre que conduce a niveles bajos de azúcar.
Ya es hora de reenfocar nuestra visión. El momento en que un corredor de maratón tropieza, ¿qué hace? Se detiene, respira, vuelve a enfocar, y comienza de nuevo, corriendo por buen camino. No se trata de las veces nos caemos. Es la rapidez con que nos recuperamos.
Cuando la vida te arroje, detente. Párate derecho. Balancéate sobre los dedos de los pies como un jugador de baloncesto en la canasta, listo para recibir un pase y hacer el tiro. Inhala y exhala tres veces. Y di la versión de una sola frase de su misión – en voz alta, si es posible. Puedes hacer esto en 30 segundos, par volver a encender el fuego de tu pasión. Te sentirás con muchas ganas de ir, como si estuvieras a primera hora de la mañana.
Errores por evitar
Aquí hay un montón de cosas que no debes hacer:
Deja que tu misión refleje lo que tienes que hacer, en lugar de lo que sueñas con hacer.
No permitas que tu misión sea lo que la sociedad dice que debe ser, en vez de lo que quieres que sea.
Olvidarte de tu misión y se dejarla metida en un cajón o colgar en la pared.
Auto boicotearte de modo que te empieces a resistir, porque cuando suceda, el odio invadirá lo que te gusta hacer.
Mantén tu fuego ardiente limpio y no bloquees el flujo.