Estimados amigos nuevamente tenemos la participacion de nuestro amigo el economista brasileño Juan Jesus Morales con este texto que aclara la polemica de "quemar la ley federal del trabajo" ,manden sus comentarios a juanjesusmorales@live.com.mx un abrazo a todos Juan Carlos Alamillo
La semana pasada recibí algunos comentarios y críticas a la frase post-comentario que hice y que mencionaba la Ley Federal del Trabajo. ¡Hay que quemar la Ley Federal del Trabajo!… dije, y en este comentario explico por qué.
El motivo es simple y no merece tanta explicación si sabemos tener un discernimiento fuera de ideologías y mentalidades existentes en nuestro país. En su artículo 2º de la LFT dice: “Las normas de trabajo tienden a conseguir el equilibrio y la justicia social en las relaciones entre trabajadores y patrones”. Yo pregunto: ¿Qué es un equilibrio en las relaciones entre trabajadores y patrones? ¿Qué es la justicia social, si no un término socialista, después adoptado por la Teología de la Liberación? Y con esos dos términos ¿a dónde hemos llegado en América Latina?, ¿conseguimos la justicia social tan anhelada por los gobiernos de hace 100 años? Yo creo que estamos muy lejos de alcanzar esa anhelada justicia social, porque la verdad ella no existe como la piensan los partidos de izquierda.
El artículo 3º expresa que el trabajo “no es artículo de comercio y que exige respeto para las libertades y dignidad para quien lo presta”. ¿Qué libertades hay de contratar para un empresario o que libertades hay de un empleado dejarse contratar por la mitad del salario mínimo? Por acaso ¿no es mejor que el contrato ya sea de trabajo, de bienes y servicios sea entre dos partes? ¿Por qué siempre tiene que intervenir el Estado llevándose el 35 por ciento o más del salario real del trabajador? ¿A eso se le llama justicia social y equilibrio?, pero creo que usted radioescucha está de acuerdo.
El artículo 4º dice: “no se podrá impedir el trabajo a ninguna persona ni que se dedique a la profesión, industria o comercio que le acomode, siendo lícitos”, ora ¿cómo poder emplearse en lo que uno estudió, o lo que quiere si es demasiado trámite, impuestos y tanta burocracia para poder tener un “trabajo lícito”? por qué no preguntar a los jóvenes que han terminado sus carreras y decirles que según la LFT ellos pueden trabajar de lo que quieran y de lo que hayan estudiado, pues esa Ley se tiene que cumplir. O mejor, habría que decir a los narcos, sicarios y delincuentes que según la LFT ¡Ellos no pueden tener ese trabajo porque es ilícito!
Ahora, el artículo 90 hace mención del salario mínimo, que no se necesita saber que ese salario, como su nombre lo dice, es lo mínimo que podría recibir el empleado, el trabajador, pero este artículo dice: “El salario mínimo deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”. Ahora, explíqueme usted lector, cómo saber que es lo suficiente para un individuo, no hablo en general, hablo de Juanito que vive en Villahermosa, en Carlitos que vive en Sonora, en Pedrito que vive en Colima, que son totalmente diferentes las realidades. Uno puede vivir con 300 pesos, otro con 1000, pero otro tal vez se conforme con 20 pesos, ¿por qué se tiene que imponer un salario mínimo y no pactar entre el empleado y el patrón?
¿Qué son las necesidades de orden material, social y cultural? ¿Que el trabajador no sabe que si el patrón no vende nadie come? ¿Y la Educación obligatoria no es gratuita?
Por último, el artículo 133 dice que queda prohibido a los patrones exigir o aceptar dinero de los trabajadores como gratificación porque se les admita en el trabajo, eso para las empresas privadas porque para las del gobierno y los sindicatos no es así. Obligar a los trabajadores por coacción o por cualquier otro medio, a afiliarse o retirarse del sindicato o agrupación a que pertenezcan, o a que voten por determinada candidatura, eso que se lo digan a los maestros en Chiapas, Veracruz y otros Estados. Hacer propaganda política o religiosa dentro del establecimiento, por ejemplo en la UNAM, IPN, y otras Universidades, ni se diga, ahí solamente se va a estudiar, nada de guerrillas.
Bueno, podría pasarme el programa entero de nuestro amigo Juan Carlos comentando cada parte de la LFT pero no es propio, así que esto quedará sólo como un comentario, esperando que pueda ayudarnos en algo.
Mi nombre es Juan Jesús Morales y continuo esperando sus comentarios.
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